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Benjamín Duch embarcó en el proyecto al ingeniero comercial Benjamín Matthews y al médico urgenciólogo Guillermo García, quienes hoy tienen tres sucursales dedicadas a atender a los pacientes que no suelen priorizar los servicios de urgencia.
La niñez de Benjamín Duch fue distinta a la de la gran mayoría de los de esa edad. Una seguidilla de enfermedades lo hizo frecuentar clínicas y hospitales, por lo que debió experimentar en carne propia las dificultades que viven los pacientes, quienes deben esperar varias horas para que sus urgencias de menor o mediana complejidad sean tratadas. Su experiencia personal despertó el interés por abrir un negocio que se hiciera cargo de esta realidad que afecta a miles de personas a diario en el país.
«Desde niño vi en experiencias personales como también en la de familiares el problema que había en la salud, que era la baja posibilidad de atención de urgencias no graves al alcance de todos, además de rápida y buena», recuerda.
Tras finalizar la carrera de ingeniería comercial en la Universidad Adolfo Ibáñez decidió hacer realidad su sueño de crear la primera clínica de urgencias ambulatoria del país, que hasta ese momento era un nicho inexplorado en Chile. Benjamín sabía que través de este centro podría atender urgencias de menor complejidad, que no requieren hospitalización, ofreciendo una atención óptima.
«El foco siempre fue dar una atención oportuna, de alta calidad y al alcance de todos, y siempre dando el cariño y la preocupación a cada paciente como nos gustaría que nos traten a nosotros cuando estamos enfermos», explica.
Para evaluar la factibilidad de este modelo de negocio basado en servicios buscó referencias internacionales, encontrando en Estados Unidos empresas de similares características y adaptó su proyecto a la realidad y a la necesidad local.
Para materializar la clínica se unió con su amigo Benjamín Matthews, también ingeniero comercial, y el médico urgenciólogo Guillermo García. Juntos buscaron darle viabilidad al emprendimiento, por lo que debieron recurrir a sus ahorros y a los préstamos que otorgan las entidades bancarias.
Conseguidos los recursos económicos, el trío debió enfrentar un nuevo y difícil obstáculo: entender y cumplir con la normativa que las instituciones exigen para abrir un centro de salud.
«Pasar del sueño a la realidad fue algo muy difícil y agotador. Realizar lo que exigía la autoridad sanitaria y la municipalidad fue bastante trabajo», comenta.
Buscando apoyo en servicios públicos para llevar a cabo todo, los socios llegaron al Centro de Desarrollo de Negocios Sercotec Independencia, donde obtuvieron asesoramiento sin costo para realizar los trámites necesarios para concretar el proyecto empresarial.
Apertura oficial
En mayo del año 2020 los tres socios comenzaron a atender solos en un pequeño local en la comuna de Independencia, en la capital, bajo el nombre de Clínica Cruz Nacional (@ClínicaCruzNacional). «Guillermo, que es médico, brindaba las atenciones a los pacientes; Benjamín Matthews estaba a cargo de la caja y la bodega; y yo veía los asuntos comerciales y repartía los flyers en la calle», dice con emoción.
Luego de seis meses de arduo trabajo comenzaron a ver los primeros frutos económicos. No obstante, la pandemia ya estaba en el país y con ello la incertidumbre y la desesperación.
Para mantener a flote el negocio, los socios optaron por diversificar los servicios. Y así fue como se fortalecieron como un centro de urgencias respiratorias, realizando atenciones y tratamientos a pacientes con covid, que podían seguir en sus casas. Los casos más graves eran derivados a los recintos de mayor complejidad. De esta manera, se posicionaron como una alternativa para descongestionar la red de salud pública y privada.
La eficiencia y calidad de atención hizo que la crisis sanitaria incrementara las ventas. Con estos recursos, los tres emprendedores abrieron durante el 2021 una segunda sucursal, ahora en la comuna de Puente Alto. En paralelo, debieron ampliar las instalaciones de Independencia para dar abasto a la alta demanda.
Dada la incorporación de diferentes prestaciones médicas el año 2022, el negocio experimentó su mayor crecimiento en ingresos. Con este impulso inauguraron su tercer centro, en la Plaza de Maipú, que es una de las comunas más habitadas de la Región Metropolitana.
Actualmente, las tres sucursales de la Clínica Cruz Nacional han atendido a un total de 100 mil personas. Según sus impulsores, sus cifras de atenciones son similares a las de los principales recintos de salud privada de Santiago. El éxito, aseguran, se debe también a los casi 100 trabajadores que día a día están al servicio de los pacientes.
Benjamín Duch no escatima cuando es consultado sobre cómo proyectan la empresa en los próximos años: «El objetivo es llegar a todo Chile, pero para eso es necesario conocer las distintas realidades de las personas. Así podremos crecer».
Apoyo de Sercotec
Nicolás Vivanco, gerente de Centros de Negocios de Sercotec, señaló que la «Clínica Cruz Nacional es un ejemplo del gran impacto que se puede conseguir cuando el esfuerzo de los emprendedores se complementa con una asesoría experta eficaz, lo que en este caso les ayudó a encaminar su proyecto empresarial para llevarlo a la realidad. Esta es la labor que ofrecen los 62 centros desplegados en todo el país, que otorgan apoyo a pequeños empresarios y empresarias a través de un asesoramiento especializado para gestionar su empresa, facilitan el acceso a fondos y fomentan las vinculaciones de pymes con instituciones idóneas para su expansión«.
(Nota publicada en diario HoyxHoy)